miércoles, 26 de noviembre de 2008

Las drogas en Cádiz



La provincia de Cádiz, una de las principales vías de entrada de sustancias ilegales como el cannabis y, cada vez más, la cocaína, es también una de las ocho provincias andaluzas con mayor número de adictos a los estupefacientes. De hecho, ocupa el nada apreciable segundo puesto, si atendemos al número de personas que se someten anualmente a tratamientos de desintoxicación

Cada año, más de dos mil personas son admitidos en los 20 centros de rehabilitación de carácter público o concertado que funcionan a lo largo de toda la provincia y que el pasado año, por ejemplo, recibieron a 2.197 personas para someterse a tratamientos anti adicción, según el último informe del Observatorio Andaluz sobre Drogas y Adicciones.

El cannabis sigue siendo la sustancia ilegal más consumida, no sólo en Cádiz, sino en toda España. Aunque la mayoría de los toxicómanos que buscan desengancharse acuden con problemas con la heroína (o la mezcla de ésta con cocaína, o rebujao) y con la coca. Uno de cada tres atendidos en estos centros lo hacían por consumo del polvo blanco, informaban recientemente desde el Servicios de Drogodependencia de la Diputación gaditana.

Sin embargo, estas tres sustancias junto a las llamadas drogas de diseño no son excluyentes unas de otras y, en la mayoría de los casos, el acceso a alguna de ellas viene precedida por un consumo previo de alcohol. «Yo empecé con 15 años probando el hachís», recuerda Antonio, ex toxicómano ya recuperado que a sus 50 años es miembro coordinador en la Asociación Reto en la provincia de Cádiz, que tiene su centro de rehabilitación en el municipio de Chiclana. Antonio lo confirma: «el cannabis es la puerta de entrada a la droga dura». Con la experiencia que posee, comprende que «la juventud no piense en la droga como un peligro, y que al principio todo el mundo crea que es un juego. A mí también me pasó», recuerda.

Entre menores de edad

En este sentido, lo más significativo de los datos de tratamientos de desintoxicación que maneja la Junta es el número de menores de 18 años que acuden a centros de tratamiento contra adicciones. No sólo se rehabilitan del consumo de drogas ilegales, también de tabaco, alcohol y la menos visible adicción a los juegos tanto de azar como videojuegos.

Hasta 73 gaditanos menores de edad se sometieron en 2007 a estos programas especiales para arrancarlos de las garras de alguna adicció. Aunque el 84% de los jóvenes en esta situación (en el conjunto de Andalucía) acudían por problemas con las drogas, en su mayoría cannabis y cocaína.

Con todo, las cifras y estadísticas arrojan esta vez algo de luz y esperanza, y marcan una tendencia a la baja en el consumo de drogas entre los más jóvenes, según la última encuesta entre chicos y chicas de entre 14 y 16 años elaborada por el Ministerio de Sanidad en institutos de Educación Secundaria. Este estudio se presentó esta semana con motivo del Día Mundial contra la Droga (que se celebró el jueves 26 de junio), dentro del informe 2007 del Observatorio Nacional sobre Drogas.

El cannabis y la cocaína, las dos drogas más consumidas entre jóvenes, empiezan a perder predicamento a esa edad. Exactamente, 6 puntos porcentuales en el caso del consumo de hachís y de al menos 3,5 puntos en el caso de la cocaína. Fríos datos que esconden detrás un mayor número de jóvenes que prefieren no tomar drogas.

El porcentaje de menores que fumaron un porro en los últimos doce meses se aleja de la proporción de un joven de cada tres, aunque se mantiene en un preocupante 29% de media en España. En Andalucía este porcentaje es más bajo: un 23% de prevalencia de consumo de cannabis, según el Ministerio de Sanidad.

La edad del primer consumo de cannabis se sitúa, como media, en los 17,2 años, según datos de 2007 en la comunidad andaluza. Esto representa un año antes que en 2005. Y sin embargo, como dato medio no es reflejo de una realidad que resulta aún más preocupante: cada vez más jóvenes de en torno a 14 años comienza a tontear con este tipo de drogas. «Ya existen planes de prevención que van dirigidos a niños de 9 y 10 años», reconoce Luis Bononato, presidente en la provincia gaditana de la asociación Proyecto Hombre.

Publicado por: Patrick Svensson